domingo, 31 de agosto de 2008

TOLERANCIA

La tolerancia.

Podríamos definir la tolerancia como la aceptación de la diversidad de opinión, social, étnica, cultural y religiosa. Es la capacidad de saber escuchar y aceptar a los demás, valorando las distintas formas de entender y posicionarse en la vida, siempre que no atenten contra los derechos fundamentales de la persona...
La tolerancia si es entendida como respeto y consideración hacia la diferencia, como una disposición a admitir en los demás una manera de ser y de obrar distinta a la propia, o como una actitud de aceptación del legítimo pluralismo, es a todas luces una virtud de enorme importancia.
El mundo sueña con la tolerancia desde que es mundo, quizá porque se trata de una conquista que brilla a la vez por su presencia y por su ausencia. Se ha dicho que la tolerancia es fácil de aplaudir, difícil de practicar, y muy difícil de explicar.
Hay una tolerancia propia del que exige sus derechos: La oposición de Gandhi al gobierno británico de la India no es visceral sino tolerante, fruto de una necesaria prudencia. En sus discursos repetirá incansablemente que, “dado que el mal sólo se mantiene por la violencia, es necesario abstenerse de toda violencia”. Y que, “si respondemos con violencia, nuestros futuros líderes se habrán formado en una escuela de terrorismo”. ¿Les suena esto en la actualidad mundial?. Además, “si respondemos ojo por ojo, lo único que conseguiremos será un país de ciegos”.
¿Cuándo se debe tolerar algo? La respuesta genérica es: siempre que, de no hacerlo, se estime que ha de ser peor el remedio que la enfermedad. Se debe permitir un mal cuando se piense que impedirlo provocará un mal mayor o impedirá un bien superior. Ahí entra en juego nuestro discernimiento. Defender una doctrina, una costumbre, un dogma, implica casi siempre no tolerar su incumplimiento. Con este concepto entendemos claramente que la verdad siempre surge desde la individualidad y que las verdades generalistas solo nos llevan a un camino de confusión.
De todas formas, hay dos evidencias claras: que hay que ejercer la tolerancia, y que no todo puede tolerarse. Compaginar ambas evidencias es un arduo problema.
Todos los análisis realizados por filósofos y estudiosos de la materia al respecto a la tolerancia aprecian la dificultad de precisar su núcleo esencial: los límites entre lo tolerable y lo intolerable. De nuevo, y como en casi todos nuestros acontecimientos diarios, debemos beber en la fuente de la sencillez, ella será la encargada de otorgarnos el discernimiento que nos de la inspiración para el obrar.
Hemos empezado hablando de la tolerancia como parte del “respeto a la diversidad”. Se trata de una actitud de consideración hacia la diferencia, de una disposición a admitir en los demás una manera de ser y de obrar distinta de la propia, de la aceptación del pluralismo. Ya no es permitir un mal sino aceptar puntos de vista diferentes y legítimos, ceder en un conflicto de intereses justos. Y como los conflictos y las violencias son la actualidad diaria, la tolerancia es un valor que es muy necesario y urgentemente hay que promover.
Ese respeto a la diferencia tiene un matiz pasivo y otro activo. La tolerancia pasiva equivaldría al “vive y deja vivir”, y también a cierta indiferencia. En cambio, la tolerancia activa viene a significar solidaridad, una actitud positiva que se llamó desde antiguo benevolencia. Los hombres, dijo Séneca, deben estimarse como hermanos y conciudadanos, porque “el hombre es cosa sagrada para el hombre”. Su propia naturaleza pide el respeto mutuo, porque “ella nos ha constituido parientes al engendrarnos de los mismos elementos y para un mismo fin”. Séneca no se conforma con la indiferencia: “¿No derramar sangre humana? ¡Bien poco es no hacer daño a quien debemos favorecer!”. Por naturaleza, “las manos han de estar dispuestas a ayudar”, pues sólo nos es posible vivir en sociedad: algo “muy semejante al abovedado, que, debiendo desplomarse si unas piedras no sostuvieran a otras, se aguantan por este apoyo mutuo”. La benevolencia nos enseña a no ser altaneros y ásperos, nos enseña que un hombre no debe servirse abusivamente de otro hombre, y nos invita a ser afables y serviciales en palabras, hechos y sentimientos.
La tolerancia es un regalo desde los primeros años de la vida.

11 comentarios:

felipe R dijo...

En un mundo de tantos conflictos (etnicos, religiosos, economicos, politicos) seria de gran utilidad cultivar la tolerancia entendida esta como el respeto del hombre hacia el hombre; no tengo ninguna duda que si desde lo mas cotidiano toleraramos mas este seria un mundo mejor. La tolerancia nos da una gran leccion y esta es que no existen verdades absolutas.
en nuestra sociedad existen muchos ejemplos de intolerancia desde criticar al vecino por su manera de vestir hasta criticarlo por su preferencia sexual, todas estas actitudes de intolerancia lo unico que logran es aumentar la incomprension y generar en muchas oportunidades violencia.

kanek dijo...

La tolerancia no solo se debe practicar en nuestra sociedad sino también en los demás países, por ejemplo gandhi no practico la guerra sino la tolerancia contra los británicos.
También que uno puede tolerar en vez de usar la fuerza bruta
El texto enseña también otros conceptos sobre la tolerancia como el texto anterior

Unknown dijo...

La tolerancia se basa en respecto y aceptación al otro, lo cual implica que aunque todos vivamos en un mundo de irrespeto y prejuicios, de algún modo somos iguales.
La tolerancia es uno de los valores más importantes ya que en ella implica el desvanecimiento de los errores y las discapacidades.
A veces para aceptar al otro debes respetar lo bueno y lo malo, debes reconocer lo correcto de lo incorrecto y principalmente escuchar lo que hay que decir.

felipe o dijo...

La tolerancia activa bien llamada
benevolencia es la que debemos practicar desde nuestro nùcleo familiar, por que de esta manera estamos creando hogares y comunidades menos violentos y mas comprensivos y asi al llegar a la sociedad sembrariamos parametros de entendimiento, aceptacion y comprensiòn para establecer relaciones sociales, culturales, econòmicas y politicas que nos beneficien a todos para llegar a relacionarnos mundialmente en tèrminos amigables y asi establecer negocios, intercambio de culturas que nos ayudaràn al progreso de todos.

luisa dijo...

La tolerancia es un valor que no se puede confundir con ningún otro, y también es un valor que todos las personas del mundo deberíamos tener. La tolerancia es aceptar un mal que se podría evitar para esperar que se hagan un bien. Como por ejemplo si una madre deja a su hija tener un novio, aunque ella sabe que ese hombre no le conviene, esperando a que su hija se de cuenta por ella misma que esta en un error. Siempre se debe buscar un punto intermedio para no caer en alcahuetería o ser demasiado duros con las demás personas.

luisa dijo...

POSDATA: Juan Carlos esto es mío (Luisa Fernanda Osorio Ramírez). Es que no me daba.

jeison dijo...

la tolerancia es respeto y aceptacion que todos devemos de tener frente a todos es !!!respetar a el otro tal y como es¡¡¡

silvera dijo...

Es la capacidad de saber escuchar y aceptar a los demás, valorando las distintas formas de entender y posicionarse en la vida, hay que ejercer la tolerancia, y que no todo puede tolerarse. Lo que nos quiere explicar el texto es que uno debe aceptar a las persona tal y como son y tenemos que practicar la tolerancia, hay que tratar que todo el mundo la tenga.
La tolerancia pasiva equivaldría al vive y deja vivir, la tolerancia activa viene a significar solidaridad

jeffrey polo dijo...

El mundo sueña con la tolerancia desde que es mundo, quizá porque se trata de una conquista que brilla a la vez por su presencia y por su ausencia. Se ha dicho que la tolerancia es fácil de aplaudir, difícil de practicar, y muy difícil de explicar.

De todas formas, hay dos evidencias claras: que hay que ejercer la tolerancia, y que no todo puede tolerarse. Compaginar ambas evidencias es un arduo problema.

pana dijo...

La tolerancia es un valor que debemos aprenderlo, aplicarlo y enseñarlo. En toda sociedad, para que podamos convivir unos con otros, debemos ser tolerantes, es decir, aceptar muchas cosas que hacen los demàs aunque no sea de nuestro agrado, por ejemplo permitir la forma de vestir de algunos o la mùsica que oyen, aunque no nos guste. Es distinto ser tolerante a ayudar a otros a hacer cosas que no sean aceptadas por la sociedad, como por ejemplo tomar objetos agenos aunque nos gusten o los necesitemos.Es necesario muchas veces para evitar un mal mayLa tolerancia es un valor que debemos aprenderlo, aplicarlo y enseñarlo. En toda sociedad, para que podamos convivir unos con otros, debemos ser tolerantes, es decir, aceptar muchas cosas que hacen los demàs aunque no sea de nuestro agrado, por ejemplo permitir la forma de vestir de algunos o la mùsica que oyen, aunque no nos guste. Es distinto ser tolerante a ayudar a otros a hacer cosas que no sean aceptadas por la sociedad, como por ejemplo tomar objetos agenos aunque nos gusten o los necesitemos.Es necesario muchas veces para evitar un mal mayor, aceptar o tolerar algo.
Debemos practicar en este momento la tolerancia, aceptando las diferencias y respetàndolas, ya que es el ùnico camino para lograr vivir en paz. or, aceptar o tolerar algo.
Debemos practicar en este momento la tolerancia, aceptando las diferencias y respetàndolas, ya que es el ùnico camino para lograr vivir en paz.

mariana l dijo...

La tolerancia la podemos ver como respeto, porque con esta se da a conocer la escucha, la valoración que tenemos hacia los demás y la importancia que le damos a las formas tan distintas de pensar.
Todos desde que existe, han buscado poder dominar la tolerancia, todo porque esta se trata de conquista, de brillar, en especial por su ausencia.
La tolerancia se puede aplaudir muy fácil mente, pero se vuelve complica a la hora de hacer y de explicar; además, en este país políticamente no se está aprovechando la opción de tolerar, solo de que si tú me haces algo, yo te lo devolveré, con esto, no llegaremos a nada.
Al final solo hay dos conclusiones:
1: todos podemos tolerar 2: todos podemos ser tolerados
Aunque haya una gran diferencia entre la tolerancia y la intolerancia